NICOSIA, Chipre.- Una vez más un evento deportivo se vio empañado por la violencia, durante el encuentro más esperado del fin de semana en la liga chipriota de fútbol. Todo comenzó cuando un jugador del Anothorsis quedó tendido en el césped y solicitó asistencia médica, en la cercanía de la tribuna en la que se encontraban los hinchas del Omonia Nicosia.
Desde ese sector del estadio voló un explosivo que cayó a escasos centímetros del rostro del futbolista, y explotó en cuestión de segundos, aturdiendo al propio deportista y a los enfermeros y médicos que intentaban ayudarlo a reponerse de su lesión.
Otros jugadores que se encontraban en las cercanías también se vieron afectados por la explosión, aunque ninguno resultó con lesiones ni golpes de consideración. De todas formas, de inmediato el árbitro decidió la suspensión del encuentro. LA GACETA ©